¿Quién no ha deseado alguna vez poder embotellar el olor del mar? ¿la fragancia de aquél ramo de flores que te regalaron? ¿guardar en una cajita esos momentos que te han llenado de felicidad?
Los recuerdos se desvanecen con el tiempo como si de agua de lluvia se trataran…Se disipan de nuestra memoria y aunque la sensación permanece, no podemos recordar al detalle momentos vividos que nos han llenado de felicidad… Un viaje en pareja, el primer paso de tus hijos, tu primera entrevista de trabajo…
Es cierto que uno de los momentos que vivimos y que nos llenan de alegria, es el día de la boda. Ese día que de repente llega, aunque lleves un año organizando la boda, ese día llega de repente (sin duda). Y también de repente ha terminado, ya pasó.
Nunca olvidaras la emoción de ver a tu pareja esperando en el altar, la belleza de ver a tu familia y amigos a tu alrededor, la broma pesada que te hicieron durante el banquete (es broma)… pero habrá detalles que con el tiempo no recordaras.
Por eso en este post, os quiero hablar de ese diario, no una agenda de actividades a organizar antes de la boda. Sino, el diario, esa libretita que se empapará de todas las vivencias ocurridas antes, durante y después de tu boda.
¿Cómo fué la pedida de mano? Un desastre? Algo mágico?.. escríbelo
¿Cómo supiste escoger tu vestido de novia? Te asesoraron? Lo soñaste? Te costó decidir?… escríbelo
¿Quien te acompañaba a las pruebas del vestido? Tus amigas? Familia? La hermana que vive en Méjico?… escríbelo
¿Que hay de tu familia? Supiste hacer las mesas? Tu pareja y tu pasásteis infinidad de fines de semana preparando los detalles?…
Son tantas las experiencias alrededor de un acontecimiento como éste, que si lo escribes, lo volveras a vivir cada momento que leas esas frases, esos recuerdos.
Nuestro consejo a muchas de nuestras clientas que ya han encontrado su vestido, és que desde hoy, escriban sus sensaciones, desde que encontraron el vestido hasta el sí quiero.
En un tiempo serán palabras maravillosas…….